En un momento puede suceder todo...

Me remonto un poco en la historia...

En 1998 (diciembre) yo conducía sobre una avenida del Estado de México me dirigía hacía mi trabajo en aquel entonces (Tec de Monterrey, Campus Estado de México) y estando parado porque todos los autos estabamos detenidos, se me fue a estrellar una caribe de modelo viejisimo por la parte de atrás e impactandome contra el auto de enfrente, los resultados: mi Tsuru que tenia menos del año de salir de la agencia, ya no contaba con la cajuela ni nada que estuviera entre el cristal trasero y la facia, mi asiento roto porque tuve a bien apoyarme fuertemente en el volante que al ver de reojo por el retrovisor que no se detenia, de adelante de mi auto el cofre, parrilla, faros, facia, radiador incrustado en el motor. Todo esto tuvo como resumen: una contractura muscular en espalda, ezguince cervical, lumbar y en la muñeca izquierda y un bonito mes en reposo absoluto en cama sin almohadas, en una posición recta y sin poder ni siquiera ver televisión a menos que la tuviera pegada al techo. Mi auto se paso mes y una semana en la agencia donde como en la película del auto Christine, resucito y ando!

En diciembre de 2003, al conducir mi bonito y extrañable Civic Coupe-Honda por la av. de los Insurgentes se me estrello un taxista en estado de ebriedad tambien por detrás, en esta ocasion no iba solo si no con mi amiga Alita Carrillo, con quien iba a probar unas suculentas crepas, que terminaron en una hamburguesa fria que me trajo del Vips mas cercano mientras esperaba afuera de a delegación Alvaro Obegón, a que la esposa del señor taxista regresara con la cantidad que el ajustador de la aseguradora le pidió para no entambar al fulano éste. En esa ocasión tuve de nuevo un ezguince cervical y un collarin por 15 dias.

Y este martes 25 de enero ...
"Hoy, salimos a comer en compañía de Horacio y el 'Che Regio, en el Periférico a la altura del Circuito Azteca libramos por un pelito el ser participes de una carambola marca llorarás, los autos de enfrente mio se amarraron a todo lo que daban, yo como pude comencé a frenar para no impactar en la parte trasera de un Honda, mientras tanto se escuchaba el rechinar de llantas, todo parecía ocurrir en cámara lenta, el Regio gritaba como vieja histérica y Horacio se aferraba al asiento donde viajaba el Vic, en eso logro frenar, a menos de un metro del auto de enfrente, el Lincoln que nos seguía para en seco como a un metro de nosotros y enseguida de él el ¡pum!, ¡crash!, ¡bang! de los autos detrás de él, carambola de cinco autos al menos, pero señores: ¡la libramos!, gracias Dioj Mio, diría el Peje." fragmento tomado del Weblog de Jerry Villanueva, http://jerryvillanueva.blogspot.com, 25.01.05

Las cosas pasan en cualquier instante...
H.